Acabo de despertar de un sueño de los más turbador. Era un sueño que de malo, no llegaba a pesadilla. Se quedaba en la fina línea entre el miedo y el terror, y ahí se estancaba. Quédandose en su honorífica posición de sueño. Letargo aflictivo. Como si tuviera planeado algún día hacerse realidad, o hacerme pensar que mi subconsciente me oculta un futuro fatídico y no me conozco en absoluto y cualquier día me pego un susto de muerte conmigo misma. 

3 comentarios:

Bipbipbipbipbipbipbip dijo...

Mas turbadores

Anónimo dijo...

Pantene pelo rizado.
No me gustan los sueños en los que tengo miedo. Y me da mal rollo cuando algo en el sueño pasa en la vida real. Y me pasó el otro día.

Ana dijo...

uy... digno de ser analizado por iker jiménez... mmh...

Publicar un comentario